El
vistazo que estamos dando a la historia de la psicología tiene por
objeto reunir los conocimientos mas elementales y necesarios para
entender y entendernos.
Hasta
el momento deberíamos coincidir en que somos un cuerpo animal dotado
de un sistema sensorial que percibe; vista oído tacto olfato gusto, y
otros dos sentidos más que generalmente no se estudian. La
propiocepción y la introcepción.
Por
propiocepción entendemos el sentido del equilibrio aquel que nos da
una imagen de nuestro cuerpo y su situación en el espacio.
Por
introcepción entendemos el sentido que nos habla de nuestro estado
interno, sensaciones de bienestar o malestar asociadas a momentos
puntuales de nuestra vida.
Los
dos primeros investigadores, Weber y Fechner, nombrados en la
entrega anterior, eran fisiólogos, su trabajo consistía en medir
las cantidades de excitación que desencadenaban una sensación. El
tercero Wundt, (Wilhelm Maximilian Wundt) introdujo ya el estudio de
los contenidos de la conciencia.
Debería
avisar para evitar equívocos, que esa conciencia no tiene nada que
ver con el término usado por moralistas o éticos, y que hace
referencia al juicio de valor de una cosa, la presunción de si un
acto es bueno o malo.
Por
eso prefiero utilizar consciencia, con el significado de aprender el
entorno, de reconocer la realidad en que se vive.
A
partir de aquí, la psicología se decantara por los contenidos y las
elaboraciones de la mente. Llegando a perder en esta navegación, la
linea de la costa, el mapa del territorio sustituyendo peligrosamente
la conciencia y lo entendido por monstruosidades abisales nacidas de
un hipotético inconsciente, -de el fondo del mar del cerebro-.
Por
otra parte hay que subrayar que la descripción de un estado de
conciencia es algo que se hace de manera verbal, con destino a otro
ser humano y que contiene por necesidad un código de palabras e
imágenes común entre comunicador y el receptor.
En
resumen que una sensación descrita es un pellizco de realidad
expresado mediante un código.
Por
el contrario en fisiología general el estado de un riñón la salud
de un hígado o la función pancreática, se corresponden con tablas
de analítica y de estadística.
A
partir de esta diferencia la valoración de los estados mentales, y
la conducta tiene mas de arte, de literatura, que de ciencia.
El
primer error de los psicólogos y de los psicoanalistas, es pretender
que su arte es ciencia.
El
segundo y mucho mas grave, es querer explicarle al paciente su
diagnóstico.
"Amigo
usted tiene un complejo de edipo, derivado del deseo carnal que todo
hombre siente hacia su madre".
¡Hombre
no me fastidie! Si lo que yo quería era frotarme con mi hermana sus
amigas o con aquella primita que...
Ya vamos mal, porque si esto llega a las orejas del Freud de turno comenzará a elaborar una teoría sobre la hermana como imagen de la madre y bla bla bla... algo que además pretenderá que sacie su ego y su bolsillo a partes iguales.
Pero
vayamos con otro ilustre fisiólogo, -que se negó a que lo llamaran
psicólogo- sobre todo cuando se dio cuenta del las aberraciones que
cometían los llamados conductistas.
Este
caballero se llamaba, Iván Petróvich Pávlov. Seguro que lo
asociáis con el perro o el experimento de perro que lleva su nombre.
Sucedió
que el buen Doctor, que se había especializado en la fisiología del
aparato digestivo, y funcionamiento del aparato circulatorio,
desarrolló una técnica para hacer orificios en el tracto
intestinal. No entraré en detalles, porque pueden ser molestos para
algunos lectores, pero su hacer quirúrgico le permitía disponer de
jugo gástrico de cualquier punto del tracto intestinal, desde la
saliva al colon.
Entender
como se producía la digestión era su objetivo, pero lo que le dio
fama fue otra cosa. Su sistema consistía en seguir la producción de
jugos digestivos desde la ingesta de alimento hasta el final del
proceso. Se le daba alimento a un perro y se hacía una recogida de
jugos, casualmente él y sus ayudantes notaron que si a un perro
preparado para obtener jugos gástricos se le alimentaba mientras
sonaba una campana, los dos estímulos se unían en el cerebro del
animal de forma que más tarde cuando este oía la campana -que anunciaba su
alimentación- su aparato digestivo comenzaba a producir jugos y que
esta conducta una vez pasado un tiempo de entrenamiento se repetía
ante el toque de la campana aun sin presencia de comida, este
fenómeno fue llamado reflejo condicionado.
Sobre
el conductismo volveré en otra aportación, solo me resta hacer dos
reflexiones.
- 1ª A Iván Petróvich Pávlov se le concedió el Nobel de Medicina en 1904 dos años después se le otorgó a Ramón y Cajal por el descubrimiento de la sinapsis neuronal. Es decir por descubrir que los nervios no eran unos conductores continuos. Sirva esto como muestra para hacernos una idea de como estaba la ciencia en los albores del Siglo XX.
- 2ª Y mucho mas interesante para nuestros objetivos. ¿Será posible que tu organismo sea muy diferente al del perro? No ha notado como se te humedece la boca al pensar en...
Pues
bien saltando los excesos de las escuelas conductistas posteriores a
Pávlov, puedes estar seguro, que en tu organismo existen los mismos
fenómenos. Que puede haber un olor, una imagen que te turben que te
exciten sin la presencia real del estímulo.
¿No
tendrás por casualidad desarrollada en tu conducta? Una asociación
condicionada que te provoca la depresión, el enfado o la ira sin la
presencia del estímulo real.
Te
dejo en el análisis en tu auto-análisis de tus sensaciones, algo que
ya pedía Wundt a sus sujetos experimentales.
Hasta pronto
Hasta pronto
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